Fundadora de la organización no gubernamental «Unidos contra la trata», se auto proclama «luchadora incansable» de los derechos de las mujeres y las niñas víctimas de la trata de personas, cuando la realidad es otra.
Ella y su marido Alejandro Orozco fundaron en México la rama de «Casa sobre la roca», organización neopentecostal perteneciente al grupo autodenominado «G12».
El G12 (Gobierno de 12) es una estrategia iniciada en Bogotá, Colombia que pretende ser la estrategia usada por Jesús. No nació de la Biblia, sino de una “visión” que dice el pastor César Castellanos (de Misión Carismática Internacional) que le fue revelada por el mismo Señor (así indica uno de los folletos de la organización).
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El G12 consiste en organizar la iglesia en grupos de 12 personas (como Jesús que tuvo 12 discípulos). Es una variación de la estrategia de crecimiento celular, cosa que ha sido usada por muchas organizaciones desde hace mucho tiempo. Aparece como algo nuevo sin serlo y se motiva y empuja fuertemente a organizarse en grupos de 12 personas, los cuales tienen que multiplicarse por 12, y así sucesivamente. La idea de G12 aparece como algo nuevo sin serlo, y la polémica es porque se motiva como algo más especial, más “bíblico” y más parecido a la estrategia usada por Jesús. El problema es que Jesús nunca usó esa metodología, ni en los Hechos de los Apóstoles, ni en todo el Nuevo Testamento se encuentra tal método.
Fuente: Ministerios LOGOI.
Como menciona Olga Wornat en su libro «Felipe, el oscuro«:
En un sexenio marcado por el sino de la muerte, la pobreza y la desintegración social, Rosa María de la Garza y Alejandro Lucas Orozco Rubio aplicaron con exitosa habilidad la tríada religiónpolítica-negocios, esencia de los grupos neopentecostales del G12, un tipo de gobierno conformado por los llamados 12 apóstoles y regido por el concepto empresario-piramidal propio de Casa sobre la Roca.
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Fanáticos impulsores de los valores morales cristianos y del pensamiento único del Bien y el Mal, vendedores de baratijas intelectuales que solapan con versículos bíblicos sacados de contexto o inventados, influyeron sobre el discurso del entonces candidato panista, hombre de psicología frágil y pensamiento autoritario, y reforzaron la idea de lanzar la guerra santa al narcotráfico, machacándole que «la droga es el demonio», «el Anticristo que destruye a las familias mexicanas de bien», y que los jóvenes estaban perdidos por culpa de «los menudistas y los criminales que se adueñaron de las ciudades».
Tal cual narra Olga Wornat, Rosi Orozco y sus asociaciones están rodeadas y/o influenciadas por organizaciones y personajes bastante peculiares. En el capítulo «Profetas de la guerra santa y los negocios millonarios» menciona que la fundación «Concerned Women of America» tiene a Rosi como expositora habitual en el tema de tráfico de personas y explotación sexual en México. Esta fundación fue creada por la pareja de Tim y Beverly Lahaye, fanáticos religiosos de extrema derecha con una larga cadena de influencias sobre la Casa Blanca a lo largo de los años y que con el fin de «impulsar las buenas costumbres», inician guerras religiosas con fines económicos y/o electorales tras bambalinas.
Beverly Lahaye tiene pensamientos que recuerdan a la América cerrada y ultrarreligiosa de fines del siglo XIX : «La mujer completamente espiritual desea someterse completamente a su esposo, porque esa es la mujer emancipada. Dios quiso que la mujer se someta al hombre».
Antiabortista acérrima, convencida de que los homosexuales están maldecidos por Satanás y que se pueden «sanar» si cumplen con los preceptos del manual de Casa sobre la Roca y si se adhieren al sistema celular del G12, no suena extraña la simpatía que se profesan Beverly Lahaye y Rosi Orozco. Muchos recuerdan su escandalera cuando la Comisión de Derechos Humanos de la Cámara de Diputados autorizó a la legisladora perredista Enoé Uranga asistir en mayo de 2011 a la presentación del libro Primer foro legislativo por los derechos humanos de las lesbianas , en Querétaro.
«¡Es un libro de lesbianas!», gritó espantada Orozco, como si estuviera frente al mismísimo diablo. «Yo no voy en este tema. No me dijiste que este es un libro de lesbianas, así que retiro mi voto», le espetó a la azorada diputada del PRD .
Un plan con cara de oveja pero cuerpo de lobo. Es como se podría describir el método que utilizaron para que nuestro ex presidente Felipe Calderón cayera súbitamente a las redes de estas dos personas, las cuales su ambición por el poder los hizo ser capaces de tanto.